Una mala salud bucodental influye considerablemente en el estado de salud general de la población y está asociada en especial a enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer, neumonía y nacimientos prematuros.
Más de 2300 millones de personas en el mundo presentan caries dentales no tratadas en dientes permanentes, más de 530 millones de niños sufren caries dentales no tratadas en la detención primaria y 796 millones de personas padecen periodontopatías.
Se ha observado que 3500 millones de personas parecen enfermedades bucodentales, ya que guardan una estrecha relación con las enfermedades no transmisibles y generan una gran carga sanitaria, social y económica. Estos últimos años se han visto mejoras notables en algunos países, pero entre los más vulnerables de la sociedad subsiste la mala salud bucodental.
Existen numerosos factores de riesgo en las enfermedades bucodentales como el consumo de tabaco, consumo nocivo de alcohol, ingesta abundante de azucares libres o una higiene deficiente. Cabe destacar que los cánceres bucodentales se encuentran entre los cánceres más prevalentes en todo el mundo, provocando 180.000 muertes al año.
La OMS insta a los Estados Miembros:
- Avanzar hacia una lógica preventiva que incluya la determinación de riesgos que permita ofrecer una mejor atención integral e inclusiva y contribuir a una mejora de la salud bucodental de la población que repercuta positivamente en el estado general de salud.
- Abordar las fisuras orofaciales, el acceso a la pasta de dientes fluorada y la fluoración del agua cuando sea posible.
- Incluir la prestación de servicios de salud bucodental como parte de los servicios esenciales de salud que integran la cobertura sanitaria universal.
- Elaborar y aplicar políticas que promuevan nuevos modelos de personal para los servicios de salud bucodental.
